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Pipas de Asta de Ciervo Patagónico

Las pipas artesanales Bambi Pipes, son una creación exclusiva del artesano Gustavo Miguel Gonzalez.


 
Fabricadas con "Astas de Volteo" o "Recambio" son las primeras pipas ecológicas ya que para su construcción se aprovechan materiales que la naturaleza desecha, como son las astas o cuernos que los ciervos rojos recambian estación tras estación en su natural proceso de crecimiento y maduración.
A diferencia de los antílopes, los ciervos cambian todos los años sus cuernos.En los antílopes, se desarrollan durante toda su vida y adoptan diferentes tamaños y formas, según la especie. Estas armas de ataque y defensa son usadas durante la época de celo y también para defender a sus crías.


En los ciervos, aparecen casi exclusivamente en los machos. También adoptan diversos aspectos. Su tipo y color, si bien hay muchas variedades, todas tienen un denominador en común: año tras año se desprenden en época de primavera para dejar nacer a otra nueva punta.



La primer cornamenta crece solamente 2 puntas, después del segundo año de vida, recubierta por una felpa que cae naturalmente en febrero. Al tercer año gestará su segunda cornamenta, que mostrará 4 puntas y así sucesivamente hasta llegar a su estado adulto entre 10 y 14 años de vida, cuando alcanzará su esplendor, llamándose a estos " capital ". La cornamenta completa, en casos normales, tiene dos ramas o cuernas. Cada rama se inicia en una roseta apoyada en el pedúnculo frontal, luego en forma ascendente aparecen las luchadoras, el candil de hierro y el candil del medio. En la parte superior puede formarse una " corona " con un número variables de puntas.





Los cuernos al formarse son cartilaginosos y están cubiertos por una felpa que esta constituida por infinidad de vasos sanguíneos, transportadores de las sales minerales que se depositan en los cuernos para endurecerlos. Cuando se frena este irrigación los mismos se caen. Para el desarrollo de una buena cornamenta, no solo es necesario que el animal tenga una buena sangre, consuma las sales minerales adecuadas y alimentación correcta, sino también que viva en un ambiente tranquilo. La brama se produce aproximadamente en la primera quincena del mes de marzo, en el que los machos se encuentran totalmente agresivos en la disputa del hato de hembras, el cual comienza anunciándose a su rival con un bramido ronco.
Es un animal de hábitos nocturnos y durante la mayor parte del día se lo encuentra en su encame natural, lugar reparado o intrincado del monte.



Estos Cuernos o Astas que normalmente se perderían en el terreno de crianza de estos mamíferos son rigurosamente seleccionados por su estructura y calidad para posibilitar el desarrollo de una verdadera obra de arte, cuidada hasta en su mas mínimo detalle para proveer al fumador exigente de una experiencia inolvidable, desde su tacto hasta su desempeño en la fumada. Además cada pipa es única como únicas son las formas que crea la naturaleza
Asimismo, el material poroso del interior de los cuernos, provee una absorción de los jugos de los tabacos que hacen posible una fumada fresca y seca, otorgándole al fumador la posibilidad de degustar su tabaco favorito sin interferencias ni sabores extraños.





En sus tres Shapes Básicos: Borning, Hard Foot y Middle Cross las Bambi Pipes 




Pipa Cubana



Aparentemente es hecha de Majagua. Es una madera preciosa como puede ser la caoba o el cedro pero menos conocida intencionalmente.
Es una madera color verde y algunas betas amarillas. Muy dura. No necesita apenas tratamiento pues tiene un brillo natural.
Es madera para hacer muebles básicamente por su color, dureza, resistencia a la humedad y por ende a las termitas pero no para hacer pipas.
En cuba no hay ninguna madera para hacer pipas.
Desprende un olor de resina natural que le da las características por lo cual es tan codiciada por ebanistas y carpinteros.
Según su propietario no es buena para ser fumada, es bonita pero infumable.

http://www.ecured.cu/index.php/Majagua_%28Planta%29
http://rinconpipa.foroactivo.com/t3023-pipas-cubanas

El Chimó

El chimó es una jalea de tabaco de color negro y textura lisa, suave y flexible, de consumo ancestral por nuestros indígenas y los de otros países de Sur América. 
En Venezuela está ampliamente difundido con concentración en los estados andinos y llaneros, a pesar de la campaña existente sobre sus efectos nocivos para la salud. 
El proceso de su elaboración es laborioso, pasa por varias etapas, y distintos niveles de cocción en diversas pailas: desde hervir suficientemente las hojas de tabaco para luego retirarlas con coladores, filtrar la mezcla varias veces, añadirle ciertos “aliños” y finalmente obtener el producto final. 
Los ingredientes y aliños del Chimó dependen de la región donde se elabore, por ejemplo en el municipio Pedraza del Estado Barinas, se le agrega al tabaco, drago y babosa de guásimo, dejándolo hervir hora y media para colarlo y volver a cocinar hasta mermar y producirse la pasta espesa. En este sitio, para aliñarlo se le agrega lejía a la mezcla que se obtuvo, se continua batiendo hasta que tenga punto, y luego se envasa en unas cajetillas plásticas. En el municipio Bolívar del mismo estado, se prepara añadiendo melaza.
En algunos sitios se le dice al sitio donde se prepara este producto, trapiche de chimó 
Un chimó muy especial, es el producido en Mérida, pues utilizan como ingrediente especial, la sal obtenida de la Laguna de Urao, que produce mayor salivación en el consumidor, lo cual es favorable, ya que el chimó que se va disolviendo con la saliva, debe escupirse. También le agregan harina de trigo. 
La interesante historia del chimó andino puedes leerla en la web www.chimo.com.ve 

El chimó es utilizado al igual que el tabaco en rama para mitigar el hambre, para evitar la sed y el cansancio durante las faenas y también para sentir energía. También es utilizado para alejar culebras, curar picadas de avispa y otros males. Les adjuntamos un completísimo video que nos pasea por la historia indígena de este producto y nos muestra su preparación: 


Pailas para procesar chimó :Es una vasija usada para la elaboración del chimó. Se caracteriza por tener tres parrillas o pailas. La primera sirve para cocinar la hoja de tabaco; la segunda, para mermar el agua y la tercera para procesar lo que se llama nestú —zumo de la hoja de tabaco—. El consumo del chimó es una tradición heredada de los indígenas asentados en la región andina, es una práctica ancestral que se mantiene en la actualidad.




La fiesta amerindia del tabaco

Por Alexander Prieto Osorno *
(Madrid. España, OM)

Esta época de prohibición actual del tabaco en Occidente contrasta con el milenario consumo de esta planta entre los pueblos aborígenes de América. Mientras los occidentales sólo fuman el tabaco, las etnias amerindias poseen una asombrosa variedad de métodos de consumo. Lo ingieren en grandes cantidades y siempre con carácter trascendental. Los indígenas lo mascan, lo beben en forma de jarabe o zumo, lo fuman, aspiran su humo, lo inhalan en polvo rapé, lo aplican sobre los ojos y la piel, lo lamen hecho pasta, lo administran como supositorios y lo emplean para hacer lavativas intestinales. Estos y muchos otros usos demuestran la riqueza cultural que tiene esta planta entre los pueblos amerindios.
Desde hace miles de años, los pueblos precolombinos atribuyen al tabaco la facultad de hacer visibles, en el humo, los espíritus que habitan dentro de cada individuo. El antropólogo Johannes Wilbert, en su libro Tobacco and Shamanism in South America (Yale University Press, 1987) dice que "hay motivos para pensar que el cultivo del tabaco con fines religiosos y curativos, incluyendo el uso para el trance shamánico, se inició por el mismo tiempo que la agricultura forestal tropical en América del Sur, aproximadamente hace seis a ocho mil años; incluso, es posible que verdaderamente haya sido el primer cultígeno como tal en todo el subcontinente."
La aventura del tabaco para Europa y el resto del mundo comenzó en 1492, cuando Cristóbal Colón y sus hombres advirtieron en América la estrecha relación de los indígenas con esta planta. Rodrigo de Jerez, un miembro de la expedición, se aficionó al tabaco y la llevó consigo a Europa, donde se extendió su consumo fumado y aspirado en polvo rapé.
A partir de entonces, el tabaco ha experimentado una larga historia de prohibiciones y aceptaciones morales y sociales que han sido reseñadas por muchos investigadores, entre ellos el británico Iain Gately en su obra La diva nicotina (Ediciones B, Barcelona, 2003).
Los cultivos de la planta se explayaron por todo el continente americano y en España y Portugal. Y mientras crecía su consumo, las voces críticas comenzaron a escucharse. El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdez (1478-1557) afirmó en su Historia General y Natural de las indias, Islas y Tierra Firme del mar Océano que "entre otras costumbres reprobables los indios tienen una que es especialmente nociva y que consiste en la absorción de una cierta clase de humo a lo que llaman ´tabaco´ para producir un estado de estupor". Luego, la Iglesia Católica y diversos monarcas europeos señalaron al tabaco como la planta del demonio. En Inglaterra y Rusia su consumo fue prohibido, y dos Papas desde el Vaticano dictaminaron la excomunión para los fumadores tras considerar que el tabaco era una sustancia degradante para el cuerpo y el alma.
En el siglo XVI, el tabaco tuvo su gran propagandista en el médico español Nicolás de Monardes (1508-1588), quien escribió un folleto para divulgar las bondades medicinales de la planta. Monardes afirmó que el tabaco limpiaba y reanimaba el cerebro y recomendó su uso para los malestares del cuerpo, riñones, mal aliento y para curar heridas y mordeduras. Este folleto cayó en las manos del diplomático francés Jean Nicot (1530-1600), quien llevó el tabaco a su país y consiguió fama al curar con esta sustancia las migrañas de la esposa del rey Enrique II, Catalina de Médicis.
Con el tiempo y la avasalladora comercialización del tabaco para fumar se han perdido las tradiciones precolombinas sobre las diferentes preparaciones y usos de esta planta. El pueblo maya hacía hogueras con hojas de tabaco como ofrenda a sus dioses y los indígenas aspiraban el humo, pero también preparaban ungüentos y jarabes para beberlo y administrarlo medicinalmente. Lo utilizaban para cicatrizar y sanar heridas en la piel, así como para combatir distintos malestares del cuerpo y quebrantos del espíritu. Hoy ciertas etnias de la selva amazónica de Colombia y Venezuela hierven en agua las hojas de tabaco y les añaden otros ingredientes naturales para elaborar un jarabe espeso para lamer, llamado "ambil", que consumen de modo tan habitual como las hojas de coca. Según dicen, el "ambil" cura el cuerpo y aviva y purifica la mente.
La enorme riqueza de la cultura del tabaco en los pueblos amerindios está demostrada en los estudios del antropólogo norteamericano Johannes Wilbert consignados en la obra citadaTobacco and Shamanism in South America. En estas etnias, el consumo de la planta siempre ha estado asociado a la figura del Chamán (o Shamán), dueño del acervo cultural de cada tribu y único capacitado para sacar el mejor provecho de esta sustancia y para administrársela a los miembros de su comunidad. En América, ciertas especies de tabaco crecen silvestre en las montañas, especialmente en la tierra revuelta y enriquecida de los lugares de enterramiento, por lo cual los indígenas lo han considerado como un regalo de sus ancestros y una herramienta de comunicación con el mundo de los espíritus y con sus antepasados.
De las 64 especies de tabaco casi el 60 por ciento son originarias de Suramérica, la mayoría de las regiones andinas. Allí los chamanes diferencian muy bien la administración del tabaco con fines terapéuticos o mágico-religiosos. Lo aplican sobre la piel siempre como medicina. Wilbert dice que "la aplicación de productos de tabaco sobre la piel sana o escoriada tiene una distribución muy extendida en la América del Sur indígena, incluyendo la práctica de fumar y soplar el humo en forma general o dirigida; de soplar escupida con jugo de tabaco, saliva mezclada con nicotina, y tabaco en polvo; masajes con saliva; abluciones de jugo; rapé y envoltorios de hojas y compresas". Pero también el tabaco se administra sobre los ojos con fines rituales. El Chamán aplica el jugo de tabaco o lanza el humo sobre los ojos del indígena, que ingiere la nicotina por esta vía.
Los chamanes son protectores combativos de sus sociedades, según Wilbert. Luchan soplando el humo de tabaco y lanzando su saliva contra sus enemigos de la atmósfera como las tempestades, los relámpagos y contra el ejército de contrincantes que amenazan la existencia humana. En muchas sociedades amerindias los chamanes ejercen su poder en forma de jaguares salvajes, lo que consiguen con la ayuda de ingestión de tabaco.
Las conclusiones a las que llega el antropólogo Johannes Wilbert resultan contundentes en los actuales tiempos de prohibición del tabaco en Occidente: "Lo que resulta claro mediante estos ejemplos es que los indígenas americanos usaban el tabaco como una droga que confirma la vida, es decir, que ordena la vida (...) Contrariamente, la escena moderna de la droga, privada del derecho a representación del ambiente cultural, está a menudo carente de valores transcendentales de modo que escenarios de pseudoimaginación tienen que ser evocados (a manera de publicidad) para hacer el uso del tabaco aceptado, basado únicamente en fundamentos hedonísticos."
En estos tiempos en que el tabaco ha vuelto a convertirse en una sustancia maldita es oportuno rescatar y profundizar en la gran riqueza cultural de esta planta en los pueblos amerindios. Una sabiduría milenaria, siempre desdeñada, que vive a la espera de ser realmente descubierta.


Tabaco Curador

UTILIZACIÓN CHAMÁNICA DEL TABACO



DIFERENCIAS ENTRE TABACO INDUSTRIAL Y TABACO AMAZÓNICO
Por Jeremy Narbi


La Ayahuasca activa la percepción del ADN que se encuentra en cada una de las células de nuestro organismo. La nicotina contenida en el tabaco a su vez, acelera la función del ADN. Es por ello que los ayahuasqueros se refieren al tabaco como "algo encantador para los espíritus". De igual forma, el ADN contenido en el resto de seres vivos, es emitido por los mismos a manera de fotones. Es así, y reconociendo el lado idéntico del ADN en todos los seres vivos, que estos pueden comunicarse; convirtiéndose a la vez en receptores y emisores. Es conveniente establecer las diferencias fundamentales entre la utilización chamánica del tabaco y el consumo de cigarrillos industriales. En principio, el tabaco amazónico es cultivado sin abonos químicos ni pesticidas y no contiene ninguno de los ingredientes que son añadidos a los cigarrillos tales como el óxido de aluminio, el nitrato de potasio, los fosfatos de amonio, el acetato de polivinilo y una centena de otros que constituyen cerca del diez por ciento de su materia fundamental. En la combustión, un cigarrillo libera unas cuatro mil sustancias, la mayor parte tóxicas. Entre ellas, algunas incluso son radiactivas, haciendo de los cigarrillos la principal fuente de radiación en la vida cotidiana del fumador medio. Fumando de uno a dos paquetes por día se absorbe así, según un estimado, el equivalente en radiactividad de unas doscientas cincuenta radiografías al pulmón por año. El humo de cigarrillo está directamente implicado en más de veinticinco enfermedades graves, de las cuales diecisiete son formas de cáncer. Por el contrario, en la Amazonía el tabaco es considerado como remedio. Entre los Ashánincasla palabra para curandero o chamán es sheripiari, literalmente "aquel que utiliza tabaco". Los hombres Asháninca más ancianos son sheripiari. Todos gozan de muy buena salud y mantienen un gran estado físico. El tabaco que se consume en la amazonía es de la especie nicotina rústica, tabaco silvestre; que a diferencia de la especie nicotina tabacum, no provoca los daños registrados por esta última. Un factor determinante son los aditivos que se utilizan en la fabricación de los cigarrillos de marca o industrializados. Parece claro que no es la nicotina lo que causa el cáncer, puesto que ella notoriamente actúa en el cerebro, y que los cigarrillos no provocan cáncer en el cerebro, sino en los pulmones, el esófago, el estómago, el páncreas, el recto, los riñones y la vejiga, es decir, allá donde penetran los alquitranes cancerígenos, que son también tragados.




El Tabaco y el socorrismo para ahogados en el río o en el mar

En 1807 se publicó uno de los primeros manuales de socorrismo para ahogados en el río o en el mar.
A quien había caído en el agua sin saber nadar, y era sacado medio muerto, había que practicarle urgentemente una serie de primeros auxilios. 



El manual de la época aconsejaba:

Rasgar las vestiduras del accidentado y enjugar o secar su cuerpo con franelas. Tenderlo cerca del fuego e introducir aire caliente por su boca mediante una cánula. Al mismo tiempo hay que introducir humo de tabaco por su ano mediante una máquina de fumigar o fuelle, y en caso de que no se dispusiera de tal artilugio, se utilizarían un par de pipas de fumar. Hecho esto, se darán al ahogado gotas de agua de toronjil (hierba olorosa usada como remedio terapéutico para apaciguar los nervios, también se suele utilizar para aplacar cólicos digestivos), y se aplicarán a las plantas de los pies ladrillos calientes al tiempo que con una pluma de ave se le estimulará el interior de la boca

A pesar de lo extraño que pueda parecer, la fumigación de tabaco en los intestinos, a través del recto, no era una novedad. Ya a principios del siglo XVII, la practicaban los nativos americanos en Acadia (antiguas colonias de Francia en Canadá), llenaban una vejiga de cerdo, o una tripa gruesa, de humo de tabaco y, apretándola con sus manos, la vaciaban en el intestino del ahogado mediante una cánula.
Los médicos europeos del siglo XVIII se entusiasmaron con esta práctica, opinaban que los intestinos, por su situación y organización, podían reavivar la sensibilidad casi perdida del todo y que, por lo tanto, la insuflación de algo áspero y caliente como el humo de tabaco era un socorro muy eficaz que se debía usar sistemáticamente.


En este interesante pdf (http://asclepio.revistas.csic.es/index.php/asclepio/article/viewFile/159/1) hay más información sobre el primer manual de socorrismo conocido, y como hemos dicho muchas veces aqui, afortunadamente, los tiempos cambian.





Usos Medicinales del Tabaco

El tabaco es cultivado en las zonas cálidas de todo el mundo, pero es originaria de América.

Esta planta anual de tallo redondo y erecto alcanza los 2 metros de altura, sus hojas son lanceoladas, alternas de hasta 70cm de longitud y 22cm de ancho de color verde pálido. Las flores posee una corola compuesta de cinco segmentos finos de color rosado. Su fruto encapsula numerosas semillas reniformes alojadas en dos valvas. Este género de planta posee más de 70 especies, y fue descubierta en 1.555, aunque en América se utilizaba desde mucho tiempo atrás.

También es preciso hablar del tabaco silvestre, el cual es originario de la Amazonia, en donde crece espontáneamente. Es una planta la cual alcanza los 50cm de altura. Sus hojas lanceoladas alcanzan los 15mm de longitud y poseen largos peciolos. Las flores se agrupan en forma de racimos, y son de color verde amarillento. Su fruto es una drupa bivalva de hasta 15mm de diámetro.

Beneficios del Tabaco

Contra las hemorroides: La maceración de las hojas y su uso externo es recomendado para combatir problemas cutáneos y las hemorroides, esto debido a si acción irritante. También el jugo de las hojas es utilizado para contrarrestar los problemas neurálgicos.

Como vomitivo: El tabaco es un gran narcótico, sedante y vomitivo. Su acción gangliopléjica ayuda a relajar el sistema nervioso.

A nivel digestivo: Es recomendado para los tratamientos de parásitos intestinales, así como la ocasionada por los oxiuros y la áscaria, esto gracias a sus propiedades paraticidas y antihelminíticas.

Uso externo: los emplastos con las hojas son aconsejables para las contusiones, golpes e incluso en tratamientos para el reumatismo o el cáncer.

Otros usos: En veterinaria la maceración de las hojas en agua resultan un gran insecticida para eliminar los parásitos cutáneos del ganado.

Beneficios a nivel dermatológico, endocrino, urinario, cardiovascular, reumatológico y digestivo.

Contraindicaciones

El abuso del tabaco puede generar serios problemas a nivel arterial y cardíaco, a demás es un potente cancerígeno a nivel urinario y respiratorio.
La nicotina en dosis altas puede ocasionar arritmia cardiaca, esclerosis arterial, trastornos digestivos y contracciones vasculares debido a su toxicidad.
No es recomendable para uso interno por su alto contenido de alcaloides.

¿Conocias los otros usos del Tabaco?

Cuando escuchamos la palabra tabaco, la primera imagen que nos viene a la cabeza es un cigarrillo, tal vez un cigarro puro o una pipa, y raramente las barrocas cajitas de polvo de tabaco para aspirar o rapé.

Puede que, también recordemos las advertencias de las autoridades sanitarias, ya que existe un consenso científico mundial sobre la evidencia de que el hecho de fumar conlleva riesgos para la salud. Sin embargo, la planta del tabaco hace honor a la denominación de panacea antárquica que recibió a su llegada al Viejo Continente y cuenta con múltiples e insospechadas aplicaciones.

En los albores de su historia, los indígenas la creían divina y su humo o sus hojas, mezcladas con cal de conchas marinas molidas, no faltaban en los rituales y ceremonias religiosas. También la utilizaban como estimulante, medicina y fuente de placer. Estos usos continuaron vigentes en la Europa de los siglos XVI y XVII, cuando se la conocía como hierba para todos los males, hierba santa, hierba vulneraria de las Indias... Además, por aquel entonces conoció otra nueva aplicación: la ornamental.


En nuestros días (y en nuestra sociedad occidental), las plantas de tabaco no abundan en los jardines ni las macetas de los balcones. Nadie aspira rapé para calmar sus dolores de cabeza o se pone una cataplasma de hojas de tabaco para curar una herida. Pero el tabaco sigue siendo un regalo de la naturaleza con muchas posibles aplicaciones, como las que podemos leer a continuación:


Insecticida: La nicotina contenida en el polvo o los restos agrícolas o industriales de hojas y plantas de tabaco, se utiliza con éxito como insecticida agrícola. Estos restos aplicados a las plantas cultivadas y las tierras de labor actúan como un efectivo exterminador de patógenos y gérmenes sin los efectos secundarios negativos sobre el medio ambiente y la salud que pueden tener los insecticidas de síntesis química.



Ácido cítrico: El tabaco es rico en ácido cítrico, especialmente algunas variedades como el Makhorka, cuyo contenido en este ácido es del 6 al 8% (el limón, considerado como el fruto más rico en ácido cítrico, no llega al 6%). La extracción integral de ácido cítrico como fase posterior a la extracción de la nicotina se probó con éxito, a escala semi-industrial, en el instituto de Krasnodar en la Unión Soviética en los años 30.

Papel: Los tallos del tabaco suelen desecharse como un producto sin valor. Sin embargo, investigadores búlgaros ensayaron y pusieron a punto una técnica de extracción de la celulosa contenido en los tallos del tabaco y su posterior blanqueo industrial para su transformación en papel de imprimir y escribir.

Aceites industriales: Varias experiencias han conseguido la puesta a punto de una técnica consistente en la extracción de los aceites contenidos en las semillas del tabaco. Se trata de aceites no comestibles pero con una gama de aplicaciones industriales importante como puede ser la fabricación de pinturas.

Proteínas comestibles: A partir de las hojas o de las plantas completas de tabaco se ha conseguido extraer proteínas de un alto valor nutritivo y dietético para el hombre. Estas proteínas pueden utilizarse para alimentar personas con dificultades para su nutrición. Varias plantas semi-industriales y experimentales en Estados Unidos, Japón, Canadá, etcétera, han aplicado procedimientos con rendimientos técnicos y económicos que podrían servir de base a una nueva industria tabaquero-alimentaria con aplicaciones dietéticas y farmacéuticas importantes.

Chimó: Se trata de una pasta de consistencia blanda obtenida de extractos acuosos, fluidos de los desperdicios del cultivo, curado y transformación de los tabacos (secos) de fumar, tratados por el calor en grandes pallas o recipientes metálicos puestos al fuego sucesivamente hasta evaporación del medio líquido. La pasta resultante se decanta y deja secar hasta consistencia semi-sólida. Este es el "chimó en rama" del que se empaquetan el llamado "chimó embojotado" o "chimó aliñado", listo para su venta y consumo. De él se toman pequeñas porciones, como dos granos de arroz que se adhieren detrás de los dientes anteriores produciendo una fuerte salivación (debe escupirse con frecuencia) y provocando una cierta euforia, disminuyendo el apetito y aumentando la capacidad de trabajo (parecido a lo que experimentan los masticadores de coca en Bolivia y Perú). Suelen usarlo los indígenas y criollos de los Llanos venezolanos y colombinos.


Paneles decorativos: Mediante técnicas análogas a las utilizadas para fabricar paneles de aglomerado con serrín y trozos o desperdicios de madera, se puede introducir en la mezcla restos de cosecha, de la industria y tallos de tabaco secos y troceados o molidos. El resultado es un aglomerado de un bello "color tabaco" muy decorativo, con el que se puede dar aprovechamiento económico a restos de tabaco sin otra utilidad. Sirven para cubrir superficies y formar biombos separadores de aspecto y color atractivos. Al parecer se han fabricado en Cuba, de donde nos llegó la idea.

Licor: Su uso alternativo nacional por excelencia. Tabaquito es su nombre y su sabor delicioso. Es típico de Almendralejo (Badajoz).

Condimento: El chef de uno de los hoteles más emblemáticos de Madrid, David Millet, utiliza tabaco como condimento "secreto" en uno de sus más exitosos platos: la lubina a la sal.

Mini caja para mini-pipas


Esta es una copia en escala 1:12 de una caja de pipas del 1700. Tallada en cerezo, tiene dos compartimentos para la guardar tabaco.


Las pipas son talladas a mano en madera de African Blackwood (Mpingo, Grenadilla o Dalbergia melanoxylon), pera y latón.


Enlaces: http://miraclechicken.blogspot.com.ar/2012/11/carved-pipe-box.html y http://www.miraclechickenminiatures.com/Dollhouse_accessories.htm

Cultivo del tabaco

La calidad de la hoja del tabaco depende de diversos factores, tales como la clase de hoja que se ha cultivado, su curado, su fermentación, los aditivos que se le añaden, el clima, el suelo, los fertilizantes utilizados, etc. El clima debe ser templado o cálido, sin heladas, con humedad elevada.

Entre febrero y mayo se hace germinar las semillas en semillero. Cuando las plantas alcanzan un tamaño aproximado entre 10 y 15 centímetros se trasplantan a la tierra, previamente labrada, abonada y con un buen grado de humedad. En mayo se fertiliza el suelo, pues el tabaco tiene gran necesidad de nutrientes y es capaz de agotar el suelo en poco tiempo si no se abona.

De mayo a julio tiene lugar el cultivo propiamente dicho. Entre cincuenta y setenta días, dependiendo de los factores antes expuestos, la planta alcanza su madurez. En ese momento deja de crecer y desarrolla sus flores. Entonces se cortan las hojas y pasan al secadero.

La recolección tiene lugar entre agosto y noviembre. Las hojas van tomando un color que va del verde al amarillo. Las hojas maduras se recolectan a mano o con máquinas Inmeditamente las hojas recolectadas pasan al secadero para iniciar el proceso de curado, que consiste en reducir el contenido de agua de la hoja.

El curado también transforma la composición química de las hojas, y el color empieza a cambiar hacia el marrón, naranja o dorado, dependiendo del tipo de tabaco y la forma de curarlos. Los tabacos "negros" se curan al aire en interiores ventilados, se cuelgan por hojas o plantas enteras y el proceso dura entre 1 y 3 meses. Sin embargo, los tabacos "rubios" se curan por hojas, en secaderos de atmósfera controlada y ventilación automática y con calefacción de gas y tardan entre 5 y 7 días. Por último, los orientales tienen un proceso de curado al sol en hojas dispuestas en ristra de cuerda y tarda muy pocos días. Una vez el cultivador ha curado las hojas, se clasifican según calidades y se envían al fabricante para su fermentación.


Breve historia del tabaco

La costumbre de inhalar el humo de determinadas plantas parece remontarse casi hasta el descubrimiento del fuego. Es bastante probable que tal costumbre se asociase a una serie de ritos mágicos, adivinatorios o curativos. Aún hoy en día, en determinadas tribus, brujos y chamanes conjuran a los espíritus causantes de enfermedades con el humo de, entre otras plantas, el tabaco. El uso del tabaco en América se viene dando desde tiempos prehistóricos. Existen pinturas con sacerdotes fumando. En un relieve encontrado en El Palenque (Chiapas, México) puede observarse un ejemplo en un templo maya del siglo VII a.d.C. El tabaco se utilizaba en forma medicinal y ritual. Gracias al comercio de los mayas con los olmecas y otros pueblos, el uso del tabaco se extendió hasta América del Norte y Canadá.

Cuando en 1492 Cristóbal Colón y sus hombres desembarcan en lo que iba a ser la isla de San Salvador, ninguno pensó que la pintoresca costumbre de los indios de aspirar por distintos medios el humo de una planta autóctona iba a extenderse con el tiempo por el resto del mundo. Rodrigo de Jerez y Luis de la Torre, marineros de Colón, pueden ser considerados con justicia, sobre todo aquél, como los primeros europeos que fumaron tabaco. Fueron enviados por Colón desde el puerto de Mares (actual Cuba) a explorar el interior. El propio Colón anota en su diario el 6 de noviembre: "Hallaron los dos cristianos por el camino mucha gente que atravesaba sus pueblos, mujeres y hombres, con un tizón en la mano, yerbas para tomar sus sahumerios que acostumbraban". El diario original de Colón no se conserva, pero existe la copia que hizo fray Bartolomé de las Casas (1475-1566). Éste mismo comenta en su "Historia General y Natural de las Indias": "[...] que son unas yerbas secas metidas en una cierta hoja, seca también, a manera de mosquete hecho de papel, de los que hacen los muchachos la Pascua del Espíritu Santo, y encendido por una parte dél, por la otra chupan o sorben o reciben con el resuello para dentro aquel humo; con el cual se adormecen las carnes y cuasi emborracha, y así diz que no sienten el cansancio. Estos mosquetes, o como les nombraremos, llaman ellos tabacos".

Los indios enrollaban hojas de la planta y las fumaban como un cigarro al que llamaban "tabaco". Los españoles entendieron que "tabaco" era el nombre de la planta que fumaban y el malentendido ha llegado hasta hoy en día. En realidad los indios llamaban a la planta "cogiba" o "cogiaba". El mismo relato del descubrimiento del tabaco lo anota Fernando Colón, hijo de Cristóbal, en su "Vida" del almirante. Ya fray Bartolomé de las Casas reprende a sus compatriotas por el uso del tabaco, por ser "vicio de paganos". Rodrigo de Jerez, además de ser el primero en fumarlo, fue también el primero en sufrir en sus propias carnes las iras de las autoridades antitabaco: fue denunciado ante el Tribunal del Santo Oficio cuando en su Ayamonte natal lo descubrieron echando humo por la boca y las narices sin quemarse. De nada le sirvió explicar que no estaba endemoniado, sino que se trataba de una costumbre de los indios. Tal vez esta explicación empeorase las cosas para él. La broma le costó cara: siete años en las durísimas cárceles de la Inquisición. Los españoles se establecen en Cuba como colonos a partir de 1509 y en 1515 fundan la ciudad de La Habana. Desde los primeros momentos se dedican a desarrollar el cultivo del tabaco.

España introduce el tabaco en Europa cuando Francisco Hernández de Toledo (1517-1587), médico y naturalista que estudió la fauna y la flora de las tierras descubiertas, envía tabaco a la Península. Otros dicen que en 1519 Hernán Cortés (1485-1547) ya había enviado semillas y plantas. Es muy probable, sin embargo, que la contribución de personajes anónimos fuera más importante para la introducción del tabaco en España, al contrario que en otros países, en donde fue considerado "hierba de príncipes". Jean Nicot, embajador de Francia en Portugal, recibe la semilla desde la Florida y la envía a su país natal en 1558.

Acompaña el envío con toda clase de elogios hacia las propiedades medicinales de la planta. En su honor se bautizó tiempo después el género al que pertenece la planta del tabaco: nicotiana, y de ahí que cuando se aisló el principal alcaloide contenido en la hoja del tabaco se lo denominara nicotina. Los navegantes portugueses llevan la planta a Asia. Comienza a cultivarse en la India. Los misioneros la llevan a Japón y China. En el s. XVII se introduce en África Occidental y Egipto. En Oceanía entra desde las Filipinas españolas. En Java y Sumatra encuentra gran arraigo. No es sino hasta el s. XVIII que se cultiva en Hungría, Rusia, Países Bálticos y Turquía, en donde adquiere una excepcional importancia.

En 1614 se promulga la Real Cédula que reserva el comercio del tabaco al Rey de España. España monopolizó el comercio del tabaco, para lo cual estableció en 1634 el estanco de este producto para Castilla y León, que en 1707 se amplió a todos los territorios de la Corona, acompañado de la prohibición de cultivar la planta en la península. En 1717 se crea la Factoría y Estanco de Tabaco, sociedad mercantil que otorga el monopolio de la elaboración de los cigarros a la Fábrica Real de Tabacos de Sevilla, que se instala formalmente hacia 1731.

Cuando los mendigos de Sevilla comienzan a recoger colillas de cigarros, las desmenuzan y envuelven en trozos de papel para fumarlas, nace el llamado "cigarrillo", el pequeño cigarro, que pronto caló entre las clases más desfavorecidas. Sir Walter Raleigh (1554-1618) fue "comisionado" en 1578 por la reina Isabel I de Inglaterra para hostigar a los españoles con actos de piratería. En sus merodeos por el Nuevo Mundo entrevió la posibilidad de extender el dominio inglés a aquellas tierras. En 1585, fundó la primera colonia Inglesa en América del Norte, en la isla de Roanote, en la actual Carolina del Norte. Allí conoció la costumbre india de fumar y llevó pipas, plantas y semillas de tabaco a Inglaterra. Favorito de la reina, cuando fumó en público su pipa por primera vez fue inmediatamente imitado por toda la corte. Años más tarde, caído en desgracia y recluido en la Torre de Londres, tuvo en su pipa su único consuelo hasta su ejecución.

En la América anglófona se extendió el cultivo del tabaco. Se inició alrededor de 1615 en Jamestown. En 1776, el cultivo se extendió hacia Carolina del Norte y llegó por el oeste hasta Missouri. Hacia 1864, un agricultor de Brown County, Ohio, observó plantas aisladas deficientes en clorofila. La variedad de hoja que producía después de su curado recibió el nombre de white burley, muy apropiada para mezclas de pipa y, posteriormente, para elaborar el cigarrillo americano. Gran parte de los esclavos capturados en África eran llevados a las plantaciones americanas de tabaco.

El resto de la historia es un continuo extenderse del tabaco por el mundo, incluso en Oriente, introducido a menudo por los misioneros. Fue en Oriente donde se iban a poner en marcha las más severas medidas antitabaco. En muchos países, como Japón por ejemplo, el cultivo o el consumo del tabaco podían acarrear pena de muerte. Ríete tú de las campañas de ahora...

Historia del Tabaco y la Pipa en México

Diario " El Sol de Cuernavaca ", 12 de junio de 2008
por Yvon Norbert

Reproducción de una talla del
templo de Palenque, México,
que figura a un sacerdote
maya fumando en pipa.
Cuernavaca, Morelos.- Miriam Mac Phail, mujer de letras, que a lo largo de su vida se ha dedicado al estudio, admirablemente a sus 93 años sigue escribiendo y esta vez nos relatas la historia del tabaco, su uso ritual en la época prehispánica en Mesoamérica y su divulgación en el viejo mundo para propagarse en todo el mundo como un hábito o adicción nefasta para la salud. Le cedamos la palabra para escuchar sus investigaciones históricas:

"Según relatos de los siglos XVI y XVII, los indígenas mexicanos y posteriormente los curanderos coloniales sabían de las propiedades fármaco-dinámicas del yetl (tabaco en Náhuatl), hierba indicada en el tratamiento de heridas ponzoñosas y otras enfermedades.

Era de primordial importancia en ritos para jefes selectos ceremonias al momento de la pubertad, en las adivinaciones y sahumerios dedicados a los muertos y a los dioses, en encantamientos y hechizos.

Secaban las hojas del tabaco cerca de sus chimeneas. Las envolvían en hojas de maíz (colocando una paja en el centro como eje) y las fumaban, reteniendo el humo en cabeza, boca y garganta el mayor tiempo posible. Fumaban el tabaco en canutos de olores.

Usaban también una tosca pipa nasal: después de aspirar por la nariz el humo de la hierba prendida, se emborrachaban y caían. En el caso de los caciques adictos al tabaco, al caer en trance sus múltiples esposas los levantaban y dormidos los ponían en sus hamacas.

Los sacerdotes fumaban en cañas, pipas o mascaban las hojas para entrar en éxtasis. El sacerdote Tlazocuaquilli purificaba su templo con yetl-tabaco contenido en un calabazo.

Las largas caminatas eran más llevadoras con el tabaco o yetl mezclado con cal y saliva, puesto entre mandíbula y mejilla. Asimismo era un eficaz profiláctico para contrarrestar las influencias maléficas en los seres humanos y en las cosas. El curandero usó el tabaco para ahuyentar a entes maléficos y hechiceros. Era indispensable en ritos y adivinaciones.

Con tabaco se adormecían a serpientes venenosas y a las hormigas. Hasta la fecha, el tabaco se usa en gran parte de los insecticidas.

Bernardino de Sahagún (1499-1590) autor de la Historia General de las Cosas de Nueva España, religioso franciscano de muy buen ver, conocedor de la lengua y de la cultura indígenas reporta que en las bodas se usaban "las cañas de humo" que se llaman Yetlalli junto con maíz y cacao molido.

Apunta también que para el dolor de los dientes, los indígenas usaban el tabaco y con 4 cañuelas hieren la encía sacándole sangre.

La palabra tabaco se usaba en España y en Italia desde 1410 para designar la olivarde, el eupatorio y otras hierbas medicinales entre ellas algunas que adormecían y mareaban. Según la Historia de la Lengua española, la palabra tabaco es arauhuaca. Cabe mencionar como importante que Cristóbal Colón hace observaciones sobre el tabaco al pisar el Nuevo Continente pero olvida explorar esta nueva hierba para dedicarse a cazar el oro, supeditando las plantas corriendo de isla en isla.

Nicolás Monardes (1493?- 1588), médico y botánico sevillano, que nunca conoció América pero expuso en su Museo de Historia Natural los productos americanos traídos a Sevilla. Es el primero que describe en su Tratado sobre Materia Indiana, en 1565 la Nicotina rustica.

Un Nuevo vicio invadió a Europa. Sir Walter Raleigh (1552-1618), cortesano y mujeriego, protegido de Isabel I de Inglaterra introdujo el tabaco a su país trayéndolo de Virginia, USA.

Alexander Von Humbold gran erudito y viajero Alemán (1769-1859), amplió notablemente el conocimiento de las ciencias naturales y geográficas, declara que las primaras semillas de tabaco llegaron a Europa en 1559 de Yucatán y no de Virginia o de América meridional.

Muy anterior a von Humbold, Jean Nicot ( 1530-1600), embajador de Francia en Portugal mandó a Francia plantas y semillas de tabaco y su nombre se inmortalizó en el nombre científico, Nicotiana tabacum.

Hecho polvo, inhalado por la nariz se puso de moda en la época de Napoleon Bonaparte. Este polvo llamado "rapé" se guardaba en pequeñas cajitas. Cuenta la anécdota que el Emperador coleccionaba los pequeños estuches bellamente decorados, incrustados con piedras preciosas -uno para cada día del año.



Tabacos


Virginia: Existe tanto en variedad clara como oscura. El Virginia, utilizado principalmente en mezclas, tiene un aroma ligero y placentero y una concentración más alta de nicotina. El tabaco tiene un contenido natural de azúcar con un inconfundible y agradable sabor dulce.


Kentucky: Cultivado principalmente en Kentucky, EE UU, este es un tabaco fuerte con un alto contenido de nicotina, color marrón oscuro con una textura áspera. Más utilizado generalmente para producir tabacos de mucho cuerpo.


Cavendish: Recibe su nombre del caballero inglés Lord Cavendish.

El 'tabaco Cavendish' generalmente es una mezcla de tabacos Virginia y Burley (a veces añadiendo un poco de tabaco Kentucky) salseado y tratado después con vapor o calentado bajo presión. En ambos casos el resultado es un tabaco negro o muy oscuro, ligero, suave y dulce.


Burley: El mejor tabaco Burley se cultiva en Kentucky y Tennessee, EE UU. El color puede variar de marrón claro a castaño oscuro. Su fragancia es seca y aromática, y se dice que el tabaco casi sabe a chocolate. Su sabor fuerte e inconfundible se debe a su bajo contenido de azúcar, resultado de ser curado al aire de forma natural, lejos de la luz de sol directa durante aproximadamente un mes. El sabor del tabaco Burley es relativamente fuerte, pleno y bastante seco. El tostado a temperaturas muy altas es un proceso que extrae un aroma tenue y suaviza el tabaco.


Oriental: Se parece al tabaco Virginia y contiene azúcar natural. Se cultiva en climas cálidos y secos y las hojas producen una capa de cera para protegerlas de la deshidratación. La cera hace que el tabaco Oriental sea bastante aromático.

De hojas pequeñas, 5-10 cm, pero cada planta tiene muchísimas hojas.

Se cosecha toda la planta (Grecia, Turquía). Después se toman las hojas una por una, se cuelgan y se secan al sol. El Oriental se utiliza como condimento/especia.


Latakia: Un tabaco oriental que primero es secado al sol y después ahumado (secado). Este proceso le da al tabaco su color oscuro, su aroma muy especial y su sabor característico.

Aunque es de origen Sirio, ahora se produce principalmente en Chipre. El Latakia se utiliza exclusivamente en tabaco para pipa y únicamente en mezclas. Su especial sabor fuerte significa que normalmente sólo se utiliza una pequeña cantidad, casi como una especia. El sabor puede variar dependiendo del tipo de madera que se utilice en el proceso de ahumado (secado).


Perique: Un tabaco americano originario de Luisiana en el delta del río Mississippi. El tabaco es prensado y añejado en toneles viejos de vino. Se fermenta en su propio jugo, durante por lo menos un año, para adquirir su color oscuro y su aroma y sabor especial. Sólo se producen pequeñas cantidades debido al proceso de producción tan caro. Tiene un sabor fuerte así que se necesita muy poco.

Fuente: Borkumriff.com y http://pequodpipes.blogspot.com.ar/search/label/Tabacos

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